9.30.2015

El Gotero #2: El regreso del Tropipop a los estudios

Después de… más de 20 días finalmente regresó con un artículo pequeño, que para los que estén interesados en el tema de la música a nivel latino, más específicamente colombiano va a ser muy relevante. Salió hace prácticamente poco y realmente me sorprendió, por distintos factores que no fueron precisamente tan buenos. Sin más que agregar, empecemos.

Ahora les hago una pregunta: ¿Han escuchado alguna vez el término “tropipop” y saben qué es? Y si sus respuestas fueron afirmativas, ¿Qué recuerdan al respecto de este tipo de música? Voy a refrescarles la memoria.

Bandas representantes del Tropipop en Colombia. Demasiado influyentes, por cierto

El tropipop fue una corriente originada por aquí, en los bellos lares de Colombia, alrededor de finales de los años 90, y que duró hasta comienzos de los 2000. La premisa era simple: Una mezcla de los sonidos autóctonos o tradicionales de la región con el género pop que había venido del extranjero. Hasta ahí todo bien, creo. Su precursor fue el renombrado Carlos Vives (si, el tipo del anterior Gotero), cuya propuesta se asemejaba mucho a la ya mencionada, pero con cierto más cuidado de parte del artista.

Carlos Vives fue el precursor del género, mas no siguió la avaricia lucrativa de las casas disqueras de Tropipop

Y bueno, ignorando el camino que después tomó Vives para su éxito, empezaron los grupos a formarse, a realizar propuestas, las casas disqueras comenzaron a acoger a solistas y a agrupaciones, se imaginaban lucrándose con millones encima, en fin, ahí salieron fórmulas como Bacilos, Sin Ánimo de Lucro, Bonka, Sanalejo, Jerau, Fanny Lu, Mauricio y Palo de Agua, Fonseca, entre otros que llenaron el ambiente. Técnicamente nada podía salir mal.

Pero efectivamente hubo problemas, y fueron de una magnitud inimaginable. El tropipop estaba sonando en todas las emisoras y bastantes oyentes se dieron cuenta del primer clavo en el ataúd del género: “La repetición de la repetidera”. Según varios oyentes, la variedad era nula, y a pesar de que la música era buena para fiestas y eventos de todo tipo, la receta podía llegar a quedar sin gracia de un momento para otro (La verdad no opino lo mismo, varios de las bandas o artistas tenían mucho potencial, lo que mandó al diablo todo fue la avaricia de las casas disqueras). No era tan grave la falta de originalidad, lo que si iba a perjudicar de ahí en adelante al género era la falta de innovación. Misma receta, más canciones, pocos cambios… Una receta perfecta para una duración corta y un fin doloroso. Y eso pasó…

Una de las bandas más representativas del Tropipop: Sanalejo. La verdad no eran tan malos. Eran talentosos y su música aún es recordada actualmente

Inició el movimiento masivo en contra de lo que nuestra propia tierra intentaba producir, y que fue agotado y quemado por el deseo lucrativo de las casas disqueras que lograron que el tropipop se viera como algo peor de lo que era. Así, entre emisoras, rockeros y reggaetoneros se vio la ofensiva que acabó por exiliar al género de las radios, agotando su popularidad y disolviendo la mayor parte de los grupos que se movían bajo ese target. Esto ocurrió entre 2008-2010, quedando sólo música de supuesta “moda” de reggaetón en casi todo el espacio radioeléctrico, unos pocos disidentes con el rock (sólo en inglés) y en una emisora pública se empezaba a gestar lo que hoy resuena como Música Indie o Alternativa.

Si quieren un artículo donde profundice este tema, u otro similar, pídanlo en los comentarios.

El sábado pasado me enteré de algo muy curioso: Un grupo de los que hicieron parte de lo resaltable del Tropipop volvían al estudio con el lanzamiento de un nuevo sencillo. Ellos eran Sanalejo, una agrupación de 7 integrantes que duró de 2001 a 2008, que tuvo canciones famosas y un tanto influyentes, y cuyo vocalista fue Sebastián Yepes, un cantante con un buen tono de voz, una experiencia respetable y buen carisma. Ah sí, los 7 (incluyendo al mismo Yepes) se habían reencontrado en el primer semestre del 2015 en distintas ciudades de Colombia interpretando las canciones que en el pasado unos amaron y otros boicotearon.

Volviendo al single, decidí escucharlo y ver qué destino le depararía al grupo ahora. Así me encontré la canción “Sufriendo por amor”:

La nueva canción de Sanalejo: Sufriendo por la canción amor.

Me dio igual. No fue la gran cosa. No fue horrible y abominable, pero tampoco era un producto de buena calidad. Se ve que fue con una intención que no se acercará en lo más mínimo a la mediocridad, pero finalmente a mi parecer no lo lograron.

Lo rescatable aquí sería un poco la letra, que intenta combinar la esencia del grupo en canciones pasadas con una nueva esencia contemporánea al estilo de hoy. Queda bien (a secas), debido a que si bien no es algo para sorprenderse y quedar perplejo, la verdad si es un trabajo bien producido, que intenta alivianar las características que puedan volver a la canción tan repetitiva como lo podía ser una década atrás.

Otra cosa admirable son los arreglos rítmicos y sonoros, los cuales a decir verdad están increíbles e impecables. Es una interpretación muy digna de admirar (de parte de los instrumentos, claro está) y pues, tiene su estilo característico.

Entrando a lo mejorable (lo malo, que es bastante), en primer lugar se nota demasiado el cambio de vocalista que hicieron. Es algo muy evidente, y teniendo esto en cuenta quise averiguar con el todopoderoso Google que había sucedido en Sanalejo. Fácil, hicieron las giras de reencuentro, al final de estas Yepes empacó maletas, y el grupo tuvo que buscar otro vocalista que mantuviera la esencia. Sobra decir que no lo lograron.

Me gusta, canción de Sanalejo de por allá del 2007. Hagan sus comparaciones y saquen sus propias conclusiones

La nueva cara era Sebastián Gómez, un cantante que participo en una banda llamada La Butaca y que tiene pasión por la música desde no se cuanto tiempo atrás (Mejor hubiera dicho que era un cantante X, ocupaba menos espacio y decía lo mismo =D). Por lo menos, en esta primera canción no me impresionó, y la verdad no creo que sea por su voz (Debido a qué extrañamente TODA la canción esta cantada en coro. ¿Será que quieren ocultar su inocente voz?), sino porque Gómez no imprime su propia esencia en la canción como bien lo hacía (o lo intentaba) Yepes. No estoy evocando nostalgia de canciones pasadas de Sanalejo, sin embargo pienso que la nueva voz es una que a futuro pasará tan sin pena ni gloria en su público, tal cual como le pasó al grupo de pop español La Oreja de Van Gogh cuando entró Leire Martínez en reemplazo de Amaia Montero (Práctica desaparición de su popularidad en América Latina y ausencia de álbum de estudio desde 2011).

Otro factor que a mí no me simpatizó en lo absoluto fue la armonía de la letra con los arreglos instrumentales. Puede que la letra y la instrumentación sea buena pero... Simplemente no hay una mezcla bien hecha, y esto hace que en ciertas partes la canción se sienta forzada.

El diablo, de Sanalejo. Fue muy exitosa en su momento, una canción cantada en coro pero que tenía una esencia definida y nada retrógrada para la época

Y de último, pero no menos importante, una de las razones de gran peso por la cual hoy yo critico esta canción es su “Onda”, por decirlo de alguna manera. Realmente, siento que la canción es muy anticuada y anacrónica para la actualidad musical tanto en Colombia como en Latinoamérica. Sé y entiendo que el grupo quería hacer una especia de “Regreso Triunfal” con alguna canción que recordara su estilo expresado hace unos cuantos ayeres, pero esto no impide que el track se sienta retrogrado. Hubiera preferido que la banda experimentara con nuevos ritmos de carácter posiblemente alternativo en su primera canción luego de tanto tiempo, para aferrarse a los estándares de hoy y por ende, sostener el nombre de Colombia en el ámbito musical junto con otras bandas como Monsieur Periné o artistas de la talla de Lucas Arnau (este en principio estuvo metido en el tropipop). La innovación es importante en cualquier proyecto, y se puede lograr sin necesidad de perder el estilo. Se pueden salir un poco del tropipop, pero siempre conservarían lo demás que los hizo Sanalejo.

Ni aparecen fotos nuevas, sólo aparecen estos recuerdos de la época más exitosa de Sanalejo

Finalmente, no es una mala o espantosa canción, pero ya se siente muy anticuada para los estándares definidos de hoy, y si se continúa con el mismo estilo en siguientes canciones, la agrupación será un fantasma en el medio.

NOTA FINAL DE LA CANCIÓN: 3/5. Ni buena ni mala. Sólo sin pena ni gloria.

Aquí termino esta columna. Coméntenla, compártanla y espero que les haya gustado. ¡Hasta otra entrada!
“Ahora el fin marca otro inicio”

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